Navidad
Llevaba la Navidad, Luis estaba enojado porque ningún hijo iba ir a pasar esos días festivos con el. Los hijos crecen y como los pájaros vuelan del nido, toman rumbos diferentes, ninguno quiso quedarse en la serranía, prefirieron la vida en la ciudad a la vida del campo, él se daba cuenta que la televisión imponía modas que eran difíciles de contradecir. Todos le insistían en que use el celular que le habían obsequiado la Navidad anterior, pero él, terco, decía que prefería la época pasada, donde la gente se encontraba para compartir. Así que con los hijos lejos esa Navidad, triste recordaba los bellos ojos de su mujer, lo bien que cocinaba y el optimismo con que vivía, en ese momento se apareció un cachorro que estaba con mucha hambre, le dio de comer y después se puso a jugar con el, había olvidado por un momento su soledad, cuando se cansó se puso a escuchar villancicos por la radio, el locutor comentó que un niño había perdido su mascota con las mismas características del que él había hallado, y que daba una gran recompensa para recuperarlo. Al anciano le dio lastima desprenderse de su nuevo amigo pero sabia que era lo correcto así que cargando el perro se dirigió al punto de encuentro. Cuando el niño se encontró con su perro lo abrazo y jugaban contentos. El padre saco la suma de billetes prometida, pero el anciano no las acepto de ningún modo, le dijo si algún día a el se le perdiera una oveja se alegrará cuando se la devuelvan. A cambio el padre insistió para que pase la noche buena con ellos. Fue así que entre brindis y ricos alimentos caseros, con nuevos amigos que el anciano pudo festejar la Navidad. La estrella de Belén a veces puede se un perro, un amigo, un pariente, lo importante es saber que Cristo resucito y festejar la alegría de ser hijos de Dios.
viernes, 17 de diciembre de 2010
jueves, 16 de diciembre de 2010
El del fin
El Delfín
Un delfín se dio cuenta que cerca de ciertos barcos había redes, entonces nadaba cuidadosamente hacia allí e intentaba romperlas para liberar a los peces atrapados de su triste destino. Pero un día persiguiendo un barco que era mucho mas grande de los que solía encontrar, el que tenía también una red mucho mas fuerte de las que solía romper, que en el intento solidario quedo atrapado en ella, nunca se imagino que se encontraría con tanta variedad de peces cautivos, tortugas, tiburones, cangrejos, pulpos, calamares, cornalitos, hasta ostras ya que las redes iban rozando el suelo, nadie se salvaba. En el barco había humanos que hablaban diferentes idiomas, no como estaba a acostumbrado a escuchar, vio como en una cinta separaban a los peces en especies, hasta vio las latas donde terminaban, tubo mucho miedo y empezó a gritar, en ese momento un pescador que había quedado impresionado por una historia de un delfín que había salvado a un niño de ahogarse y que ademas vio en tv que el contacto con ellos ayudaba al desarrollo de los niños con problemas; como nadie lo veía tuvo piedad, lo alzo y lo devolvió al agua. El delfín una vez en el mar no podía entender la crueldad que había visto, los peces atrapados excedían los necesarios para vivir día a día, vio como las ciudades de los humanos habían crecido, cada día había mas gente, pero también cada día había menos peces en el mar para alimentarse y ha ese ritmo los peces se acabaran para ambos. Entonces a todo amigo que encontraba trataba de advertirle que eviten estar cerca de los grandes barcos, pero como no creían la historia de que un humano lo había salvado, la mayoría lo hacia tarde, cuando la cuchilla le sacaba la vida. Claro podemos dar un final feliz a la historia, pero no depende de los delfines sino de nosotros.
Un delfín se dio cuenta que cerca de ciertos barcos había redes, entonces nadaba cuidadosamente hacia allí e intentaba romperlas para liberar a los peces atrapados de su triste destino. Pero un día persiguiendo un barco que era mucho mas grande de los que solía encontrar, el que tenía también una red mucho mas fuerte de las que solía romper, que en el intento solidario quedo atrapado en ella, nunca se imagino que se encontraría con tanta variedad de peces cautivos, tortugas, tiburones, cangrejos, pulpos, calamares, cornalitos, hasta ostras ya que las redes iban rozando el suelo, nadie se salvaba. En el barco había humanos que hablaban diferentes idiomas, no como estaba a acostumbrado a escuchar, vio como en una cinta separaban a los peces en especies, hasta vio las latas donde terminaban, tubo mucho miedo y empezó a gritar, en ese momento un pescador que había quedado impresionado por una historia de un delfín que había salvado a un niño de ahogarse y que ademas vio en tv que el contacto con ellos ayudaba al desarrollo de los niños con problemas; como nadie lo veía tuvo piedad, lo alzo y lo devolvió al agua. El delfín una vez en el mar no podía entender la crueldad que había visto, los peces atrapados excedían los necesarios para vivir día a día, vio como las ciudades de los humanos habían crecido, cada día había mas gente, pero también cada día había menos peces en el mar para alimentarse y ha ese ritmo los peces se acabaran para ambos. Entonces a todo amigo que encontraba trataba de advertirle que eviten estar cerca de los grandes barcos, pero como no creían la historia de que un humano lo había salvado, la mayoría lo hacia tarde, cuando la cuchilla le sacaba la vida. Claro podemos dar un final feliz a la historia, pero no depende de los delfines sino de nosotros.
sábado, 4 de diciembre de 2010
El malvado Piedra
Piedra le decían, porque siempre andaba con una piedra en la mano, desde pequeño solo hacia macanas en el barrio, tiraba piedras con su honda a los perros, a los transeúntes, a los techos, a los autos. En la escuela se peleaba con todos sus compañeros, como era grandote todos huían de él, ser temido le gustaba, en las clases de gimnasia siempre podía meter goles ya que nadie se animaba a enfrentárselo, ni siquiera el profesor de educación física, porque tenía miedo de sufrir alguna represalia. Le fastidiaba ver que en las películas siempre los malos perdían, por eso le gustaban las películas de terror, desde que vio que el coyote jamás pudo alcanzar al corre caminos siempre se puso del lado del coyote que tenía la ciencia pero no la suerte, era para los fuertes. _ La misericordia es para los débiles_ pensaba mientras aplastaba un sapo con el pie, sus libros favoritos eran la voluntad de poder de Nietzsche y mi lucha de Hitler. Aborrecía las flores, odiaba la música lenta, odiaba a los niños educados, él pensaba que las personas esconden en mascaras lo que piensan y les gustaría hacer realmente. Suele pasar que en lo cotidiano nos cruzamos con personas que llevan mucha violencia reprimida dispuesta a dispararse en cualquier momento donde aparezca la oportunidad, violadores, los torturadores de la dictadura, un asesino, un ladrón, un corrupto etc. Un día sintió algo en el corazón que se comunicaba con la mente que no lo podía dejar dormir tranquilo, en ese momento recapacitó, se dio cuenta que cada uno es el reflejo de sus pensamientos, que cuando son malos te pasan cosas malas, y ahí comprendió que el rechazo que tenían por él era solamente él espejo de su actitud, y observó que las flores están para alegrar los jardines, y que la música lenta esta para soñar con el amor. Nadie sabe lo que lo hizo cambiar de un día para el otro, algunos en el barrio decían que se había enamorado, otros que alguien lo había amenazado, otros que se había convertido al cristianismo, pero desconocían cual fue la causa. No hay que saber mucho para darse cuenta cuales son las fuentes que nos hacen obrar bien, a veces es una palmada en la espalda, una mirada, una sonrisa, una palabra, un gesto, a veces son cosas malas como la muerte de un ser querido, la enfermedad, un accidente, claro que el obrar surge de la voluntad y si no la educamos, nos domina la pusilanimidad; hay que tener voluntad para rezar, para ser amable, para sonreír, para estudiar, para disfrutar. Pensó cuanto tiempo había perdido, cuantas cosas bellas habían pasado por su lado desapercibidas, porque solo uno es consciente de lo que hay en su corazón y si lo llenamos de odio solo odio veremos. Sintió una presencia que lo inundaba con su gracia, estaba feliz, pero no se sentía digno de esa sensación, había descubierto su alma, su conciencia, fue en ese momento que se decidió a cambiar, comprendió que la vida es solo una prueba, una oportunidad para demostrar quién somos realmente, y que a veces lo descubrimos en las desgracias que nos pasan o en la suerte que cambia de un día para el otro, pero que siempre hay oportunidades para volver a comenzar, para volver a soñar, para enmendar nuestros errores, para tener esperanza. Sabiendo que nos vamos de este mundo tan desnudo como vinimos, y que por eso solo vale la pena invertir en las cosas que llenan nuestro corazón, porque será lo único que llevaremos al cielo. La planta busca al sol, y el ser humano buscar a Dios, al igual que la planta que reverdece y fortalece en el sol, el ser humano madura y se fortalece con el Señor.
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